CORBETA ARA URUGUAY
LA EPOPEYA DE LA
ARA URUGUAY
A una expedición científica sueca, dirigida por el Dr. Otto
Nordenskjold, y de la cual formaba parte el alférez de navío argentino  D. José M. Sobral e  Iturrioz, embarcada en el buque polar Antartic,
se la daba por perdida en la Antartida. El mundo entero teme por la suerte de
los exploradores. Varias sociedades científicas europeas claman  por que se  ayude a quienes, se sabe, sucumbirán  si no hay apoyo inmediato. La Argentina,
nación pequeña, se decide a emprender su gran aventura antártica; no hay
embarcaciones aptas para ese fin, pero  la
 elección  recae  en la corbeta Uruguay, que se halla en
situación de desarme. Inmediatamente se inician los trabajos de transformación,
y se designa al teniente de navío  Julián
 Irizar  comandante 
 de la nave, cuyo alistamiento
debe quedar finalizado antes de setiembre.                                                                                                                        
La tripulación, elegida y veterana, totaliza apenas 22 hombres, un mínimo imprescindible para poder asegurar un nivel logístico inicial que permitiera la permanencia por un año en el Antártico. El 8 de octubre de 1903 zarpa de Dársena Norte, el 1 de noviembre deja Ushuaia, cruza el Drake, y arriba el 6 de ese mes a cabo Seymour. El día 8 encuentra en la zona a dos integrantes de la expedición. El comandante Irizar decide dirigirse, con un oficial de su buque, a Snow Hill (isla de Cerro Nevado), quedando la Uruguay a cargo del segundo comandante.
En Snow Hill, Irizar encuentra al Dr. Nordenskjold, al alférez Sobral y al resto de la expedición sueca. El encuentro es emocionante, pero aún no se conoce la suerte corrida por el capitán Larsen su buque, el "Antartic", y la tripulación del mismo. Cuando se pensaba ya en retornar a cabo Seymour y reembarcarse en la Uruguay, arriban Larsen con su gente, quien informa de la pérdida total de su buque. Los náufragos del "Antartic" y el personal de la expedición sueca embarcan en la Uruguay el 10 de noviembre. El día 12 se zarpa hacia Santa Cruz arribando el 22. Desde allí se lanza al mundo la noticia del rescate. El 2 de diciembre de 1903 la corbeta Uruguay arriba al puerto de Buenos Aires.
El regreso triunfal del pequeño buque fue apoteótico y dio lugar a una explosión de entusiasmo del pueblo, pocas veces igualada, que en mil formas expresó su adhesión a sus arrojados tripulantes. El teniente de navío Irizar es ascendido a capitán de fragata y condecorado por el rey de Suecia por su acción.
La tripulación, elegida y veterana, totaliza apenas 22 hombres, un mínimo imprescindible para poder asegurar un nivel logístico inicial que permitiera la permanencia por un año en el Antártico. El 8 de octubre de 1903 zarpa de Dársena Norte, el 1 de noviembre deja Ushuaia, cruza el Drake, y arriba el 6 de ese mes a cabo Seymour. El día 8 encuentra en la zona a dos integrantes de la expedición. El comandante Irizar decide dirigirse, con un oficial de su buque, a Snow Hill (isla de Cerro Nevado), quedando la Uruguay a cargo del segundo comandante.
En Snow Hill, Irizar encuentra al Dr. Nordenskjold, al alférez Sobral y al resto de la expedición sueca. El encuentro es emocionante, pero aún no se conoce la suerte corrida por el capitán Larsen su buque, el "Antartic", y la tripulación del mismo. Cuando se pensaba ya en retornar a cabo Seymour y reembarcarse en la Uruguay, arriban Larsen con su gente, quien informa de la pérdida total de su buque. Los náufragos del "Antartic" y el personal de la expedición sueca embarcan en la Uruguay el 10 de noviembre. El día 12 se zarpa hacia Santa Cruz arribando el 22. Desde allí se lanza al mundo la noticia del rescate. El 2 de diciembre de 1903 la corbeta Uruguay arriba al puerto de Buenos Aires.
El regreso triunfal del pequeño buque fue apoteótico y dio lugar a una explosión de entusiasmo del pueblo, pocas veces igualada, que en mil formas expresó su adhesión a sus arrojados tripulantes. El teniente de navío Irizar es ascendido a capitán de fragata y condecorado por el rey de Suecia por su acción.
EL MODELO
 
 Lo comenzó  el amigo  modelista: 
Carlos  Martinez , uno de los
iniciadores  de la Comisión  de Modelistas Navales Brownianos,  falleció 
el 15 de agosto 1994, 
dejando  el casco  semiterminado, navego por varias manos sin
que nadie se animara a seguir el trabajo 
hasta que  el señor Edgardo Mauger
 De la Branniere  ex interprete de la sinfónica Bahiense y
actual modelista del grupo  me lanzo el
desafío:  che Juan que te parece si la
terminamos, es una lástima! …. Y aquí estamos 
codo a codo.
El modelo con puente, chimenea tomas de aire, tambuchos, castillo de proa.
Vista castillo de popa.  
Castillo de popa y refugio del timonel. 
Vista del puente, bitácora, telégrafo y catalejo. 
Puente abierto y chimenea, este buque no tenia refugio en el puente para sus oficiales que debían soportar en navegación las inclemencias del clima
El inicio del mascarón de proa.
Dorado de los decorados
El mascarón en su sitio.
Una de las dos bombas de incendio de la nave.
Cangreja de mayor 
El mayor aparejado en su sitio
Instalando el trinquete con su cangreja
El propao de mayor
Propao de trinquete


Juan, cuanto trabajo y dedicación junto a Edgardo. Sus trabajos son realmente esplendidos. También quiero felicitarlo a Ud. y a sus compañeros modelistas, por la ultima exhibición realizada en Bahía Blanca. Todo un éxito!
ResponderBorrarLiliana
Si son trabajos artesanales, fuera de serie, es necesario, mucha dedicación y tiempo y sobre todas las cosas ser apasionado por el tema, ya que es interesante saber las historias de cada embarcación...
ResponderBorrar